jueves, 3 de abril de 2014

La Filosofía y La Investigación Educativa

La Filosofía  y La Investigación Educativa
Ante los cambios acelerados de conocimiento y la diversidad de paradigmas, se requiere de personas competentes que den respuesta a los problemas de una realidad compleja y dinámica; que adopten una actitud reflexiva y crítica con respecto a la realidad educativa y que posean habilidades para investigar científicamente esa realidad y transformarla creativamente. Se necesita también de personas que se asuman como pensadores, es decir como sostiene Paulo Freire, que "realicen la tarea permanente de estructurar la realidad, de preguntarle y preguntarse sobre lo cotidiano y evidente, tarea ineludible para todo trabajador social."
Los especialistas de la educación deben comprometerse como investigadores de su propia práctica y reflexionar críticamente acerca de la misma para mejorarla, a través del diálogo, el debate y la experiencia compartida sobre prácticas pedagógicas habituales. Para lograr esta ardua tarea, se debe complementar la filosofía con la investigación educativa, ya que ésta dará las respuestas adecuadas que permitirán una calidad en el proceso educativo, porque a través de ella se busca la verdad como lo planteó Sócrates, donde el hombre se hace por sus decisiones.

Por otra parte, se hace indispensable tener una experiencia directa con la problemática a estudiar, cuyas conclusiones superen la mera recolección de información. Para ello, es fundamental introducir las herramientas de investigación en el estudio de situaciones cotidianas, para un análisis teórico-reflexivo y la implementación de estrategias superadoras de esas prácticas. Además, es necesario propiciar, organizar e implementar un espacio de promoción, investigación y desarrollo, como acciones continuas y sistemáticas en el marco del conocimiento de investigadores de la educación. Cabe destacar que Thomas Kuhn, conocido por su gran contribución a la Filosofía, señala que el conocimiento no es solo científico sino que hay que ir más allá, está en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia;  la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento.
Esto conlleva que cada investigación enriquece la cultura  porque contribuye al desarrollo de su entorno y estimula el pensamiento crítico, y es a través de ella, que el proceso de aprendizaje se vitaliza y se combate la memorización, que tanto ha contribuido a formar profesionales pasivos, pocos amantes de la innovación, con escasa curiosidad e iniciativa personal. Es por esta razón, que es necesario fomentar la investigación en el proceso educativo como una herramienta eficaz que ayuda a resolver cualquier situación que se presente en el entorno.





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