Esta corriente de pensamiento filosófico es muy
utilizada en la presentación de trabajos de grado y tesis de investigaciones
educativas, cuando se trata del método cuantitativo. Es un sistema
filosófico basado en la experiencia y el conocimiento empírico de los fenómenos
naturales, en el cual la metafísica y la teología son sistemas de conocimientos
imperfectos e inadecuados. El término positivismo fue acuñado por primera vez
por el filósofo y matemático francés del siglo XIX, Augusto Comte. Pero algunos
de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al
filósofo francés Saint Simon y filósofo alemán Emmanuel Kant. El positivismo
por sus bases empíricas rechaza todo lo que no se pueda comprobar desde la
óptica humana y el hombre cada vez más acostumbrado a la técnica y a la manera
de mostrar las cosas, a través de laboratorios e investigaciones, se hace más
inverosímil ante las tesis del pensamiento y las especulaciones.
Sus principales representantes son:
Augusto Comte: Nació en Montpellier en 1798 y murió en
París en 1857. Sus obras más destacadas fueron "Curso de filosofía
positiva", "Sistema de política positiva o tratado de la sociología
que instituye la religión de la humanidad", "Discurso sobre el
espíritu positivo", entre otras. Comte afirma que “todo enunciado o
proposición que no se corresponda al simple testimonio de un hecho, no encierra
ningún sentido real e inteligible". Comte eligió la palabra
positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia constructiva
que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general, se interesó
por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través
del conocimiento científico y por esta vía del control de las fuerzas
naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el
gobierno (o programa de conducta individual y social), más tarde fueron
unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual
la humanidad era el objeto de culto. Por lo anterior muchos de sus discípulos
rechazaron aceptar este desarrollo religioso porque parecía contradecir la
filosofía positivista original.
Saint Simon: Nació en París en 1760 y murió en 1825,
entre sus obras destacan "El sistema industrial" (1821-1823),
"Catecismo de los industriales" (1824), "Nuevo
cristianismo" (1825). El pensamiento de Simon es una doctrina socialista,
basada en las teorías del Conde Saint Simon, según la cual cada uno ha de ser
clasificado según su capacidad y remunerado según sus obras". Considera
que hay dos tipos de épocas en la historia: 1) Las críticas: son necesarias
para eliminar las fosilizaciones sociales. 2) Las orgánicas: en las cuales el
hombre no es una entidad pasiva dentro del acontecer histórico, sino que
siempre trata de descubrir modos de alterar el medio social dentro del cual
vive, dichas alteraciones se imponen como indispensables para el desarrollo de
la sociedad cuando funciona ésta según normas no correspondientes. "No se
puede decir en absoluto que existen normas sociales convenientes a toda
organización humana; lo que para una época puede ser adecuado, para otra no.
Así sucede para con la sociedad industrial moderna".
Para Saint Simon es engañoso suponer que las clases
deben ser niveladas o que deben mantener la estructura de anteriores épocas,
durante las cuales dependía de la jerarquía, pero se mantenía cuanto menos en
lo que concierne a la moral y a las creencias religiosas, una cierta igualdad.
Dice que esta igualdad es imposible: "la moral y los sistemas de ideas
deben ser diferentes para cada una de las clases fundamentales de la nueva
sociedad industrial moderna".
Referente a la religión, plantea un sistema llamado
"Nuevo Cristianismo" en el cual el núcleo fundamental era la idea de
fraternidad, que conducía a la concepción de una sociedad mundial libre, es
decir, una sociedad universal continuamente dedicada a la producción y en la
cual la Iglesia pudiese ser sustituida por el taller.
John Stuart Mill: Nació en Londres en 1806 y murió en
1873. Crea (junto a su padre) el radicalismo filosófico y se propuso
explicar los mecanismos mentales de todas las supersticiones entre
las que incluyeron al cristianismo, la cual consideraban el enemigo mayor de la
moralidad. Entre sus más destacadas están: "Principios de economía
política y utilitarismo", "Filosofía de las ciencias y métodos",
"Autobiografía", "Sistema de lógica racionativa e
inductiva", "Sobre la libertad", "Augusto Comte y el
positivismo", "Naturaleza y utilidad de la religión".
Establece cuatro reglas para averiguar los
antecedentes de los fenómenos:
- La concordancia, la cual consiste en la
observación de un fenómeno y su circunstancias antecedentes, si las
cambiamos todas menos una y el fenómeno sigue dándose, la conclusión es
que esta última circunstancia es la causa del fenómeno observado.
- La diferencia, si suprimimos una circunstancia
antecedente y, como consecuencia, desaparece el fenómeno, podemos afirmar
que tal antecedente es la causa del fenómeno.
- Los Residuos, llegado el caso que conozcamos
la causa de una parte del fenómeno, debemos considerar que el resto del
fenómeno se debe a causas desconocidas aún.
- La variaciones Concomitantes, consiste en
partir de los hechos y, mediante el uso de la inducción, llegar al
establecimiento de las leyes físicas; es decir, cuando un fenómeno varía
en función de otro, podremos afirmar que de tal fenómeno es efecto del
segundo.
Mill es considerado como un empirista lógico, puesto
que funda su ciencia social en la voluntad y la creencia, toma el egoísmo como
el principal motor de las relaciones humanas, considera los valores religiosos
como simple colaboración, en los que la marcha del hombre va en la búsqueda
moral. También es un utilitarista práctico, el cual tiene como lema favorito el
aumento del placer y la disminución del dolor. Afirma que el hombre ante las
necesidades materiales descubre que no existen soluciones espirituales, sino
que esas soluciones se encuentran en la sociología. La lógica la declara como
una ciencia de prueba, lo mismo que a la psicología como ciencia moral.
"La observación y la experimentación, por profunda que sea, no puede conducirnos
al conocimiento absoluto de los fenómenos. Hay que partir, por tanto, de un
cierto relativismo cognoscitivo".
Corriente Fenomenológica
Esta corriente de pensamiento filosófico es utilizada en la presentación
de trabajos de grado y tesis de investigaciones educativas, cuando se trata del
método cualitativo. Es la doctrina filosófica que estudia lo que aparece, es decir, los
fenómenos. Fue iniciada por el filósofo J.H. Lambert (1728-1777), al investigar
sobre el tema de las apariencias. En la modernidad surge en el siglo XX en
Alemania con Husserl. "La fenomenología es el estudio de la ciencia del
fenómeno, puesto que todo aquello que aparece es fenómeno". La
fenomenología es una ciencia de objetos ideales, por tanto a priori y
universal, porque es ciencia de las vivencias. Husserl agrega: "Es una
ciencia esencialmente nueva, alejada del pensar natural, por lo que tiene de
peculiar y por desarrollarse sólo en nuestros días se llama a sí misma ciencia
de fenómenos".
Es importante resaltar que el objeto principal
de la fenomenología son las esencias, dejando de lado que es simplemente
fáctico o contingente o singular, interesándose sólo por ese centro o unidad de
características que se entrelazan. Pero estas esencias no son de cualquier tipo
sino que son aquellas que caracterizan las vivencias o sea, a los modos de
captar por la conciencia algún objeto. El término central utilizado por Husserl
en su fenomenología es el término Reducción o Apojé, que en resumen, es la
operación mental por la cual se coloca entre paréntesis o se prescinde o se
deja fuera de consideración, algún dato que ordinariamente se presenta. El
apojé intenta centrar la atención en un objeto determinado pero dejando de lado
intencionalmente algún dato que generalmente perturbaría la atención y el rigor
deseado.
Evidentemente, bajo la fenomenología la conciencia no debe
entenderse entonces como una substancia sino como una actividad, como un estar
lanzado hacia la conciencia, es siempre conciencia de, y cada tipo de objeto
tiene siempre un tipo de intencionalidad. En este tema Husserl distingue
entre Noesis que es el aspecto subjetivo de acto de conocer,
mientras que el Noema es el aspecto objetivo, o sea, lo
captado en el conocer, aunque ambos polos son necesarios en la fenomenología
puesto que ésta consiste en pasar del noema a la noesis correspondiente, que en
ese momentos e vuelve noema puesto su contenido es lo que se quiere analizar en
ese nuevo acto.
La Fenomenología está dividida en tres partes
principales, que corresponden a las tres fases más importantes de la
conciencia. "La primera de éstas fases es la conciencia, es decir,
la Conciencia del objeto como cosa sensible que se opone al
sujeto; la segunda fase es la de la Autoconciencia, que trata con
gran amplitud el problema de la conciencia social; la tercera fase es la de
la Razón, a la que se presenta como la síntesis o unidad de las
fases precedentes en un nivel superior, en otras palabras, la razón es la
síntesis de la objetividad y la subjetividad".
Sin duda que la fenomenología le ha inyectado vida a
las ciencias, oxigenando las estructuras que las caracteriza,
pasando a explicar los hechos sociales que no son fáciles de
cuantificar. Es concebir al mundo, las cosas, y el hombre como fenómenos
haciéndolos objetos de conocimiento. Este es un avance fenomenológico en cuanto
que quita el mito y el carácter sagrado o prohibido a muchos, que antes
históricamente no podían ser escrutados e investigados, esto permite que la
ciencia crezca y el acercamiento a la verdad aumente, porque la fenomenología
no tiene prejuicios. La fenomenología acaba con las verdades terminantes y
definitivas y empieza a darle paso a la especulación, a la investigación, a la
duda, al replanteamiento, en el fenómeno cabe todo esto. Teniendo en cuenta que
esta fenomenología no tiene fronteras, sino que puede llegar a todas las
disciplinas de conocimiento, se puede concluir que su gran riqueza es la de
posibilitar el método científico en todos los ramos del saber y acercar a la
verdad. Además, hay que entender que la fenomenología es nueva, apenas aprende
a identificarse, se están descubriendo sus aplicaciones, se está identificando,
por lo tanto, hablar de consecuencia en el día de hoy puede sonar apresurado y
carecer de objetividad, porque tales consecuencias apenas se puede estar
gestando.
Representantes
Edmund Husserl: Nació en 1859 en Prossnitz (Moravia),
de familia judía. Se dice que "su principal discípulo fue Martin Heidegger,
quien lo sucedió en su cátedra de Friburgo cuando el régimen nazi lo obligó a
abandonar la docencia. Otro discípulo suyo, el Franciscano Belga P. Van Breda,
temiendo el antisemitismo hitleriano, transportó clandestino a Lovaina la
biblioteca y los escritos inéditos de Husserl".
Entre sus principales obras se
resaltan:"Filosofía de la Aritmética", "Investigaciones
Lógicas", "Ideas para una Fenomenología Pura y Filosofía
Fenomenológica", "Lógica Formal y Trascendental",
"Filosofía como Ciencia Rigurosa", "Meditaciones
Cartesianas".
Husserl quiere darle a la filosofía un método absoluto
sobre el cual basa su sistema de verdades. Así como Descartes se había
inspirado en la firmeza de las matemáticas para lograr su método, Husserl hace
una distinción en la evidencia que aparece a nuestro espíritu, de la cual dice
que hay dos clases: Evidencias acertóricas, que se refiere a una verdad pero no
hace imposible que lo contrario sea verdadero, este tipo de evidencias se
encuentran en los hechos que continuamente palpamos. Y evidencias apodícticas,
es superior a la anterior pues no sólo se refiere a algo verdadero sino a lo
necesario, de tal modo que sería absurdo pensar lo contrario como verdadero;
este tipo de evidencias lo encontramos en verdades rigurosas como las de las
matemáticas. "Husserl piensa que todas la ciencias han procurado basarse
en verdades apodícticas, mientras que la filosofía todavía no lo ha hecho, pues
continúa enunciando proporciones que carecen de validez universal, o sea, que
no son válidas para toda conciencia. En consecuencia Husserl propone para tal
fin un método que él denomina fenomenológico".
En síntesis esta fenomenología consiste en remontarse por
intuición hasta las esencias que posibilitan las captaciones ordinarias; así
por ejemplo, hacer la fenomenología del amor no consistirá en describir
experiencias concretas y realistas del amor, sino las vivencias necesarias para
experimentar el amor como un valor. "La fenomenología echa mano de la
descripción de lo que aparece, pero de aquello que surge con evidencia
apodíctica. Deja entonces de lado la explicación de las cosas por los primeros
principios y por las causas, y establece que es la intuición intelectual el
procedimiento propio de la filosofía, pues no se puede aceptar nada con
evidencia apodíctica si no se capta directamente en su manifestación donde el
objeto aparece". Descripción neutra se refiere a la descripción del objeto
presente sin asociarlo con ideas o creencias corrientes e ingenuas acerca de su
existencia real. La aceptación de esa existencia real es necesaria en la vida
cotidiana pero no en el rigor filosófico, esto no quiere decir que se niegue
tal existencia, pero tampoco que se afirme, simplemente se permanece en una
postura neutral.
Max Scheler: Nació en Munich 1874 y murió en 1928,
fue también discípulo de Eucken, pero adoptó pronto el método fenomenológico,
aplicándolo a esferas que Husserl había dejado inéditas. Recibió también
influencias de Bergson y de Dilthey. "Los filósofos que más poderosamente
gravitaron su pensamiento fueron Nietzsche y San Agustín". Primeramente
triunfa en Scheler San Agustín contra Nietzsche, e inclusive se convierte al
catolicismo, cuyos sacramentos recibió con toda solemnidad en la pascua de
1916.
Critica a Nietzsche y desarrolla un riguroso
pensamiento personalista y teísta. En 1925 se apartó de la Iglesia y se hundió
cada vez más en la heterodoxia. Es el triunfo de Nietzsche sobre San Agustín.
Cambia la dirección de su pensamiento, reconoce la preponderancia de los instintos
y la impotencia del espíritu y desemboca en una especie de panteísmo
evolucionista.
Las obras más representativas son: "El
Resentimiento y el juicio moral de los valores", "El Formalismo en la
Ética y la Ética Material de los Valores", "Esencia y Formas de la
Simpatía", "La Crisis de los Valores", "De lo Eterno en el
Hombre", "Las Formas de Saber y la Sociedad", "El Puesto
del Hombre en el Cosmos y Concepción Filosófica del Mundo".
Su pensamiento, tan agudo y claro no es
metafísico en sentido estricto y, además, esto tiene la consecuencia de que
carece de unidad sistemática, sus visiones geniales iluminan diferentes zonas
de la realidad, usa la fenomenología como conocimiento de esencias y prepara el
camino para una metafísica actual, ha concentrado su atención en los temas del
hombre y de su vida.
"Max Scheler propugna una ética basada en los
valores. Estos valores, en cuanto entidades ideales, se presentan como
universales y necesarios. A través de la intuición el ser humano descubre tales
valores de un modo natural; el resultado de esta intuición de los valores lo
llama Scheler "Sentimiento de Valor". Los valores se nos presentan,
pues, de un modo intuitivo, no racional y, además, de forma individual y
colectiva". El ser humano asume el sentimiento de un valor y ante ello,
puede aceptarlo, criticarlo o realizarlo. Para él, hay en el individuo un
sentido dinámico de la persona, en tanto que lleva a cabo aquellos valores que
cree útil y necesario realizarlos. La función del valor reside, por tanto, en
que da sentido a los actos del ser humano.
Corriente Historicista
Este pensamiento filosófico también es usado cuando la investigación es
de carácter cualitativo en la presentación de trabajos de grado y tesis de
investigaciones educativas. La historia da origen a una rica
problemática, que se despliega en múltiples cuestiones. En primer lugar debemos
distinguir dos aspectos: la historia como realidad y la historia como ciencia.
Para Dilthey "La historia como realidad consiste en un conjunto de
acciones humanas realizada sucesivamente en el tiempo y de sus resultados
relacionados entre sí. La historia como ciencia es el estudio crítico y la
narración ordenada de esos acontecimientos". Esto indica que la historia
es un resultado en que se conjugan todas las modalidades que reviste la
realidad, la unidad y la diversidad, la necesidad y la libertad, el
determinismo y la contingencia, la fijeza de leyes universales con la movilidad
de los acontecimientos particulares, sujetos a múltiples circunstancias
variables en imprevisibles que influyen en el curso de los sucesos. La historia
es una realidad pero no toda la realidad es historia, ni es histórica, ni
siquiera tiene historia. La historia está integrada por hechos, sucesos o por
acontecimientos como resultado de las acciones humanas, pero no de todas, sino
solamente de algunas especialmente importantes, las cuales no desaparecen por
completo en el pasado, sino que perduran de algún modo, prolongando su acción
en una especie de supervivencia en el futuro. La historia, son productos de
resultados de las acciones de los hombres, bien sea individualmente o bien en
colectividades naturales o artificiales. La historia no la han hecho ni el
espíritu universal, ni el espíritu nacional sino hombres concretos,
particulares y existentes, mediante acciones realizadas en un tiempo
determinado. La historia requiere continuidad, y ésta, en el individuo aislado,
solamente se da mientras dure su vida, pues ella se constituye por acciones,
relaciones que rebasan el orden físico o biológico, entrando en el de la
contingencia y, por lo mismo, en el de la libertad. La historia no se repite
jamás, y la han hecho casi siempre por separado, los distintos grupos étnicos,
raciales, sociales o políticos muchos de los cuales han vivido en un
aislamiento casi absoluto, sin influencias apreciables entre sí.
Con esta visión de la historia se da inicio a la
corriente que se llama Historicismo. Este nombre fue dado por K.
Werner en 1881 a la filosofía de la historia de Vico, esto coinciden en
subrayar el papel decisivo desempeñado por el carácter histórico o la llamada
historicidad del hombre y en ocasiones de la naturaleza. El historicismo
implica, por tanto, una comprensión del hombre en la historia y por la
historia, y toda la vida humana, con sus ideologías, sus instituciones y
estructuras, habría de comprenderse en función de la historia y según una
perspectiva histórica. El historicismo está muy relacionado con el aspecto
antropológico, que adscribe la historicidad al hombre y sus producciones bajo
la influencia de las ciencias del espíritu, al igual que con el aspecto cosmológico
que, bajo la influencia del evolucionismo extiende la categoría de lo histórico
al mundo entero. Lo mismo cabe darse en una relación del historicismo con lo
gnoseológico, ontológico y religioso como con muchas esferas de la teología
actual.
Se ha afirmado que "el que no conoce la historia
está condenado a repetirla", y esto es lo que pretende el historicismo,
conocer los procesos históricos de las cosas y de los seres para entendernos
mejor y así poder hablar de qué es lo que conoce. Cuando hablamos de
historicismo hablamos de experiencia, de hechos concretos, no de aspectos
teóricos o de hipótesis; el historicismo es siempre conclusión, fruto de
vivencias. En nuestros días, donde hay tanta posibilidad de escudriñar e
investigar el pasado no es mucho lo que esto cuenta para los acontecimientos
presentes, porque el hombre actual está buscando más el futuro, lo novedoso, lo
que no se ha encontrado y no se conoce, en cierta medida "esnobismo"
latente, por tanto, mirar el pasado puede sonar a estancamiento o
anquilosamiento. La historia es importante para ubicar las ciencias y
contextualizarlas, pero llegar hasta ahí no es importante como se sugiere para
encontrar la verdad, se tiene la mentalidad que lo pasado debe ser superado y
lo que tiene para superar no es necesario retomarlo. En esta época de cambio de
milenio, la historia adquiere un papel protagónico, se reciben los
acontecimientos del siglo y del milenio, pero a manera de crónica, el hombre de
hoy tiene una memoria histórica muy deficiente; los grandes protagonistas para
la humanidad son los personajes de moda. Los hechos que conmovieron al mundo,
que generaron verdaderas revoluciones científicas y filosóficas, que originaron
procesos sociales de cambio no son importantes, y en ellos el hombre de hoy
podría encontrar verdaderos motivos de conocimiento e impulsos de
descubrimientos de tipo psicológico, filosófico y de otras ramas.
Sin ser el historicismo la panacea de la filosofía
tendría muchas ventajas para nuestros días si fuera más valorado y tenido en
cuenta. Es urgente conocer la historia, las raíces y así abrirnos espacio por
las posibilidades, por los horizontes que permiten al hombre encontrar su
plenitud.
Representantes
Guillermo Dilthey: Nació en Biebrich
(Renania) en 1833-1911, Dilthey entendía la vida desde la vida
misma, es decir, sin remontarse a un grado superior como la metafísica o al
mundo del valor abstracto lo cual lo han convertido en un gran psicólogo e
historiador de las ciencias del espíritu, se vuelve contra las
psicologías en unos por su método generalizador y esquematizante y propone
comprender la vida psíquica desde el terreno individual, en el cual brota y
crece y en este terreno individual hace hincapié en la estructura que no es
otra cosa que el estado de conciencia en el cual se reciben los acontecimientos
y se dirigen las formas de obrar. Sólo si se conocen estos estados de
conciencia se puede decir que se entiende al hombre.
La filosofía de la historia, lo mismo que en el
hombre, hay una escritura también en las ciencias del espíritu hay un tipo
histórico que por medio de la comparación entre las diversas formas de concebir
el mundo, nos dan las manera de concebir o mejor de interpretar los fenómenos
históricos pues estos tipos son formas de vida misma, es la vida la que está
operando en ellos, por eso la mentalidad de Dilthey es puramente historicista,
pues donde no hay más que vida y ésta se concibe meramente como tiempo que
fluye incesantemente. Todo es singular y único sin cesar surge lo nuevo, pero sin
que aparezca lo normativo o universal. Aunque este tipo de filosofía es muy
importante, Dilthey no llegó a superar el relativismo que conlleva, aunque lo
intentó repetidas veces, esto sólo se logra Simmel pero su filosofía ejerció
positivo influjo sobre todo en hombre como Spranger.
Sus obras más importantes son: "Introducción a
las ciencias del espíritu", "Intento de una fundamentación del
estudio de la sociedad y de la historia", "Ideas sobre una Psicología
descriptiva y analítica", "Vivencia y poesía", "La
estructuración del mundo histórico", "Los tipos de concepción del
mundo".
Karl Popper: Nació en Viena en 1902, es tenido
como uno de los más grandes filósofos de la ciencia. Además desde sus críticas
abiertas al totalismo y al marxismo se ha constituido en el mayor defensor de
las ideas liberales de este siglo. Para Popper en la problemática actual de la
ciencia cabe distinguir dos características fundamentales: la primera es
considerar la ciencia como conocimiento progresivo y la segunda consideración
de la ciencia como conocimiento provisional. Popper intenta el carácter
provisional del conocimiento científico con su carácter progresivo. El
conocimiento subjetivo hace referencia, en K. Popper a tres realidades: A las
cosas o actividades en sí mismas, a los sujetos de estas actividades y a las
ideas que portan dichos sujetos, por otra parte, la ciencia objetiva nos
presenta unos sistemas de enunciados de manera comunicativa y argumentativa.
Hay otras dimensiones como la económica, la jurídica y la política. Según
Popper, todas estas características son propias de la ciencia. El carácter
empírico de los enunciados científicos los define basándose en la forma lógica
de la falsabilidad. "El concepto de explicación científica se reduce al de
inferencia deductiva, es decir, el grado de poder explicativos de una teoría,
está en función del grado de universalidad de la teoría y la aceptación de una
teoría, se regula a priori por su contenido lógico, es decir, su grado de
corroborabilidad".
Todo este formalismo Popperiano no necesita de unas
reglas metodológicas para ser completado; así que, sólo la actitud refutadora
del científico y su decisión hace que la falsabilidad sea posible, el
conocimiento básico aceptado por convención nos servirá para medir el poder
explicativo de una teoría, con todo ello tenemos a nuestra disposición los
elementos necesarios para hallar el grado de corroboración o de aceptabilidad
de una teoría: la falsabilidad, el poder explicativo y la refutación del
científico. Popper admite que dichas dificultades son insuperables y se
pronuncia por el estudio de la teoría del método deductivo de la contrastación,
es decir, el deductismo. Antes de dar por terminado el estudio de la inducción,
Popper señala su intención afirmando: "La teoría que he desarrollado se
opone directamente a todos los intentos de apoyarse en las ideas de una lógica
inductiva. Podría describírsela como la teoría del método deductivo de
contrastar, o como la opinión de que una hipótesis sólo puede contrastarse única
y empíricamente después de que ha sido formulada". Para Popper el trabajo
del científico consiste en proponer teorías y en contrastarlas. En la ciencia
no interesa tanto el cómo se han ido dando las nuevas teorías, sino únicamente
la posible justificación o validez de las mismas. Ante esta postura, deja todo
un campo de posibilidades para que sea el científico quien investigue la lógica
del conocimiento; todo descubrimiento contiene un elemento irracional, y para
apoyar más este punto Popper cita a Einstein: "La búsqueda de aquellas
leyes sumamente universales a partir de las cuales puede obtenerse una imagen
del mundo por pura deducción. No existe una senda lógica que encamine a estas
leyes. Sólo pueden alcanzarse por la intuición, apoyada en algo así como una
introyección de los objetos de la experiencia".
Sus obras más destacadas son: "La Sociedad
abierta y sus enemigos", "La lógica de la investigación
científica", "Conjeturas y reputaciones y la miseria del
historicismo".
Johann Gotfried Herder: Nació en Mohrujen
(Prusia Oriental) en 1744. Presenta su concepto de historia como una
manifestación de la humanidad, que desarrolla su posibilidades y su
potencialidad en las etapas del proceso histórico que consiste en un desarrollo
biológico, semejante al de los organismos vivientes, los cuales conservan su
unidad y su continuidad a través de la sucesión de los cambios y
transformaciones como la infancia (oriente, historia de los patriarcas),
adolescencia (cultura egipcia y fenicia), juventud (Grecia, que representa la
edad de las artes, de la armonía, la curiosidad por saber, el patriotismo y la
conquista de la libertad).
La virilidad corresponde a Roma (austeridad, dominio y poder), la
madurez (irrupción de los bárbaros, Edad Media), la senectud (decadencia). Su
valor científico no es muy grande, pero la ruptura que Herder hace con la
historiografía de la ilustración, que se complacía en presentar el pasado como
una serie de etapas de progreso hasta culminar en la plenitud de su propio
tiempo. Herder opone un ideal de formación fundamentalmente ético, tal como se
dio en la antigüedad, a la instrucción enciclopédica, práctica y mecánica que
descuidaba formar verdaderas personalidades y hombres libres. Su división y
exposición de la historia carece de valor científico, él dice que el hombre es
una inteligencia servida por órganos. La psicología debe basarse en la
fisiología.
Sus obras más representativas son: "Fragmentos
sobre la nueva literatura alemana", "Tratado sobre el origen del
lenguaje", "Sobre la índole alemana y el arte", "Filosofía
de la Historia para la formación de la humanidad", "El Conocer y
sentir del alma humana".
Corriente Estructuralista
También esta corriente de pensamiento filosófico es
muy utilizada en investigaciones cualitativas para la presentación de trabajos
de grado y tesis de investigaciones educativas. Esta corriente es un
movimiento heterogéneo que inicialmente aparece como una metodología
científica, convirtiéndose luego en una ideología filosófica que pretende
elaborar teorías objetivas y verificables, a través del control científico a
las ciencias del espíritu. En el estructuralismo el hombre pasa de ser sujeto
de la historia y de la cultura, a ser objeto que se conoce por la objetividad y
la neutralidad científica. Quienes asumieron el estructuralismo "buscaron
la permanencia y estabilidad de las estructuras que duran y derivan su
significado solamente de sí mismas y de sus raíces en una naturaleza humana, en
cuanto realidad plenamente determinada como los demás objetos del mundo."
Los estructuralistas comenzaron por combinar el marxismo y el psicoanálisis,
pero sobre todo es el positivismo quien más marca a esta corriente. El
estructuralismo plantea la manera de comprender al hombre para pasar a mirarlo
como objeto de observación y análisis, como cualquier otro objeto de la
ciencia, porque el inconsciente precede a lo consciente. Se opone al causalismo
y al historicismo sobre todo en su visión del hombre, que de sujeto pasa a ser
objeto del conocimiento y eso implica que los hombres estén sometidos a las
estructuras. El gran desarrollo de este movimiento se dio a partir de 1960
encontrando en Lévi Strauss su mayor exponente, hoy es criticado y acusado por
su desprecio a la historia y por la devaluación de la autonomía individual.
Con el estructuralismo se dio el florecimiento de
todas las ciencias, la historia adquirió un nuevo sentido, en cuento que el
hombre transformó de manera radical y sistemática los antiguos esquemas que se
traían desde tiempos atrás, donde cada cultura manejaba a su manera conceptos y
formas de comportarse en cuanto se le exigía étnicamente.
Actualmente el estructuralismo sigue planteando al
hombre como un ser potencial, y a la vez objeto de conocimiento, a partir del
cual se sigue dando el despliegue de las ciencias, puesto que es el único que
cuestiona y modifica las estructuras.
Asímismo, con el estructuralismo se abrió campo a lo
que son hoy las investigaciones sociológicas en las cuales el punto de
reflexión es todavía la vida social y la manera como los individuos aportan
progresivamente al desarrollo de ésta. En el campo de la ciencia es relevante
presentar una organización, puesto que el estructuralismo aportó nuevos tipos
de análisis que permiten una aplicabilidad y confrontación entre lo que es
ciencia y mundo. Dentro de esta organización sistemática de las ciencias cabe
también aclarar que éstas adquirieron un avance en cuanto que las estructuras
gramaticales y lo géneros literarios también de manera positiva fueron
replanteados, puesto que se permitió mediante ésta darle una interpretación más
estricta en cuanto el sujeto como autor y la realidad como medio de trascender,
y a la vez de establecer una relación, donde el significado original se
presente ante los otros sujetos como significante.
Finalmente, es importante aclarar que existen otras
corrientes de pensamiento filosófico, pero en mi opinión y a mi parecer, éstas
encierran los métodos cualitativos y cuantitativos empleados para toda
investigación educativa.