Autor: Prof. Miguel. A. Vásquez R.
Para realizar
una aproximarnos a las bases teóricas sobre la filosofía en la investigación
educativa, es necesario por asumir acepciones básicas sobre filosofía, investigación
y educación. La filosofía (del latín philosophĭa, y
este del griego antiguo φιλοσοφία,
«amor por la sabiduría») es el
estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y
el lenguaje. Al
abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, el esoterismo, la mitología y
la religión por su énfasis en los argumentos racionales por
sobre los argumentos de
autoridad, y de
la ciencia porque generalmente lleva adelante sus investigaciones
de una manera no empírica, sea
mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales, la especulación u
otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importancia de los datos empíricos.
Mientras que la investigación es
considerada una actividad humana orientada a la obtención de nuevos
conocimientos y su aplicación para la solución a problemas,
mientras que la educación es el proceso de vinculación y concienciación
cultural,
moral
y conductual.
Así, a través de la educación, las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de
generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
La investigación Educativa,
entendida como disciplina, es un ámbito de conocimiento reciente,
aproximadamente tiene un siglo de historia, pues, su origen
se sitúa a fines del siglo XIX, cuando la pedagogía,
a semejanza de lo que anteriormente había realizado otras disciplina
humanísticas, como la Sociología, Psicología entre
otras, adoptó la metodología científica como instrumento fundamental para
constituirse en una ciencia.
Esta conversión científica no fue un mero producto del
azar, sino el resultado de un largo proceso que arranca a fines de la Edad Media y
a principios de
la Moderna, del trabajo de
diversos autores, pero muy especialmente de las aportaciones de Galileo, surgió
un nuevo modelo de
aproximaciones al conocimiento de la realidad. Sin embargo, la expresión
"Investigación Educativa" es bastante reciente, ya que
tradicionalmente se denominaba "Pedagogía Experimental", el cambio
terminológico y conceptual se debe fundamentalmente a razones de tipo
sociocultural y a la preexistencia de las aportaciones del mundo anglosajón en
el ámbito educativo.
El profesional de la educación puede
aproximarse a la realidad educativa desde diferentes perspectivas así como
utilizar diversos modelos de investigación, recogiendo información a través de
una gran variedad de técnicas.
Esta diversidad obedece a las diferentes concepciones y modos de interpretar la
realidad social que se basa en las distintas respuestas que pueden darse en las
distintas respuestas que pueden darse a las interrogantes planteadas desde las
dimensiones ontológica y epistemológica y desde distintas concepciones de la
naturaleza humana. La diversidad metodológica resultante deriva de las
diferentes respuestas dadas en cada ámbito.
Por lo general, la dimensión
ontológica se refiere a la naturaleza de los fenómenos sociales y a su grado de
estructuración. Plantea la controversia de si la realidad social es algo
externo a las personas y se impone desde fuera o, por el contrario, es algo
creado desde un punto de vista particular. La dimensión epistemológica plantea
la forma de adquirir el
conocimiento. El investigador ha de contemplar la posibilidad de que
el conocimiento sea tan complejo y objetivo que
tenga que adoptar la perspectiva de un observador externo, así como métodos
propios de las ciencias naturales.
O bien, por el contrario, puede
considerar que el conocimiento es subjetivo, personal o
único, lo que podría requerir un compromiso y una experiencia compartida con
las personas implicadas y, por tanto, una menor atención a
los métodos físico-naturales.
En cuanto a las concepciones sobre
la naturaleza
humana en particular, en lo que se refiere a la relación entre
los seres humanos y su entorno, puede considerarse que las personas tienden a
reaccionar con cierta pasividad respecto a su entorno (respuesta mecánica),
o bien que tienen suficiente capacidad y autonomía para tomar sus propias
decisiones e iniciar acciones (determinismo o voluntarismo). La dimensión metodológica
aborda los problemas que
plantea la investigación educativa en relación con los métodos a emplear. Las
diversas metodologías que se utilizan en investigación social y educativa para
indagar el mundo social proporcionan el marco de referencia, la justificación lógica para
examinar los principios y procedimientos empleados para formular los problemas
de investigación, se dan respuestas a los mismos y se evalúan su idoneidad y
profundidad.
Las decisiones que se toman en el
ámbito social respecto a cada una de las dimensiones dependen, en gran manera,
de cómo se concibe la realidad social. Las cosmovisiones o paradigmas tienden
a guiar las acciones de las personas. Si bien el concepto de paradigma admite
una multiplicidad de significados, puede entenderse como un conjunto de
creencias y actitudes, como una visión del mundo «compartida» por un grupo de
científicos y que implica, específicamente, una metodología determinada. En el
ámbito de las ciencias sociales, los paradigmas más usuales son el positivista,
el constructivista y el sociocrítico.
La filosofía de
la educación tiene su origen remoto en el mundo antiguo, sobre todo en autores
como Platón y Aristóteles,
que hablaron continuamente de la educación humana y del modo ideal en el que
debería ser formado el niño para entrar a formar parte de la vida social.
También el mundo cristiano y medieval cuenta con autores como Clemente de Alejandría, san Agustín o santo Tomás, que abordaron las temáticas
educativas desde ideas filosóficas y teológicas.
A partir del Renacimiento y en los inicio de la Edad moderna se produjo
un amplio desarrollo de teorías educativas. Luis Vives, Erasmo de Rotterdam,
Comenio, Jean-Jacques Rousseau, John Locke, Immanuel Kant, Fröbel, y otros
autores, ofrecieron diversas reflexiones sobre la educación del hombre y sobre
el camino que lo llevaría a su perfeccionamiento como individuo y como miembro
de la sociedad.
Con Sócrates nace la pedagogía
filosófica propiamente dicha, su enseñanza se lleva a cabo mediante el diálogo,
utilizando el método del diálogo: a) Introducción; trata de interesar al
interlocutor sobre el tema mediante una serie de preguntas que lo introducen a
un diálogo pedagógico. b) Indagación; requiere del interlocutor las respuestas
que éste considere correctas pero que a menudo son equivocadas. Aquí se hace
presente lo que se ha llamado la ironía socrática que es el método que éste
utiliza para hacer notorio el error. El fin de la educación es formar hombres
plenos y virtuosos. La Ironía socrática: en griego ironía quiere decir
interrogación, así, el objetivo es el de conducir al educando a la sabiduría
por medio de la propia reflexión. Sócrates da respuesta a los sofistas acerca
de la comunicación docente, crea el método a partir del cual se descubren los
conceptos, principalmente en la esfera de lo moral. Surge la mayéutica
Platón, cree en la existencia del mundo de las ideas y dice que la única y mejor forma
de pertenecer a él es por medio de la educación, en el papel del educador
reside en promover en el educando el proceso de interiorización. Propone el
método de la dialéctica que consiste en: a) Primero es un camino o método
mediante el cual gradualmente ascendemos desde la opinión (imaginación y
creencias) hasta el verdadero conocimiento de la realidad. b) Posteriormente
viene la contemplación inmediata de las ideas cuyo logro no es posible sin la
renuncia de lo corporal y los sentidos. Para Platón el fin de la educación es
formar hombres plenos y virtuosos, pero se adelanta al percibir en la educación
elementos interrelacionados tales como individuo y sociedad o ciudadano y
polis. Surge la dialéctica.
Aristóteles,
Con él surge el sistema de la evolución,
nace porque él consideraba que todas las cosas están en constante cambio que
obedece a cierto ritmo, es decir, un cambio ordenado. Los principios del
sistema de la evolución: a) Considera dos términos importantes uno es el de
potencia, cuando una cosa es susceptible a transformarse en otra, y el otro es
el de acto. b) Ésta ley consta de cuatro principios (Causa material, eficiente,
formal y final). El pensamiento educativo de Aristóteles se basa principalmente
en sus estudios de ética, política y lógica.
Las últimas tendencias pedagógicas
abogan por una mayor profesionalización de
los docentes y
destacan la capacidad investigadora de los y las profesionales de la educación.
Dichas líneas de pensamientos y acción destacan,
como parte de los mencionados estudios, la formación de
los docentes para la investigación como uno de los elementos imprescindibles
para responder al reto de la enseñanza día
a día y dicha investigación debe siempre poseer una base filosófica
consolidada.
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